lunes, 29 de diciembre de 2014

LA INFLAMACIÓN NO ES TAN MALA COMO LA PINTAN

La mayoría de las personas tenemos metida en la cabeza la idea de que una inflamación es algo malo y que hay que intentar hacerla desaparecer lo más rápido posible, seguramente en el botiquín de nuestra casa tengamos algún medicamento que acabe en "eno" como ibuprofeno o naproxeno que son antiiflamatorios y a los que solemos recurrir alegremente en cuanto tenemos el mínimo dolor para reducir la inflamación. ¿Pero qué es la inflamación exactamente y por qué se produce?

La inflamación es un mecanismo de defensa que el cuerpo tiene ante cualquier agresión y que usa para acabar con ese problema, biológicamente una inflamación es una acumulación de líquido (normalmente sangre) en un punto concreto del cuerpo, esta acumulación se produce con el objetivo de que acudan a la zona agredida más glóbulos blancos y más elementos que puedan solucionar el problema, por poner un ejemplo con una enfermedad que todos conocemos, una conjuntivitis bacteriana es una inflamación de la capa externa del ojo que se produce por la intromisión de bacterias en el ojo, el cuerpo responde inflamando esa capa para que se llene de sangre y de glóbulos blancos que acaben con esas bacterias.

Sabiendo esto podréis deducir que la inflamación es "buena" y necesaria para nuestro cuerpo y como forma de defensa ante agresiones, si eliminamos una inflamación estamos retirándole al cuerpo su capacidad de defenderse y estamos facilitándole al agresor el camino para entrar y dañar nuestro cuerpo.




El problema es que la inflamación suele estar acompañada de síntomas como dolor, enrojecimiento o picor y por eso la asociamos a algo malo e intentamos eliminarla lo más rápido posible, pero esto no debería ser así. Aunque la inflamación sea dolorosa es positiva para nuestro cuerpo ya que está eliminando la amenaza y lo correcto es dejarla que actúe sin eliminarla, no tomar ningún antiinflamatorio y en todo caso tomar algún analgésico que no tenga función antiinflamatoria.

En el caso de una tendinitis o una fascitis, que también son inflamaciones, el mecanismo es el mismo, la diferencia es que la inflamación se produce en respuesta a una tensión extraña o a un traumatismo o traumatismos repetidos en el tejido en vez de a una bacteria externa, esa respuesta inflamatoria de la fascia o del tendón lo que hace es enviar más sangre de lo normal para que pueda reparar al tejido dañado, podemos deducir que si bajamos la inflamación mediante un antiinflamatorio (ibuprofeno, infiltración de corticoides, hielo, etc.)  estamos eliminando la posibilidad de que nuestro cuerpo repare el daño en el tendón o la fascia.

Es importante que comprendamos la utilidad de las inflamaciones para que sepamos abordar nuestra fascitis y es por eso que yo no recomiendo en ningún caso hacer infiltraciones de corticoides que pueden eliminar de por vida la capacidad de reparar los tejidos de la zona infiltrada.

El abordaje de la fascitis no debe centrarse en eliminar la inflamación sino en eliminar la causa que provoca esa inflamación, como ya he dicho otras veces esta causa suele ser normalmente una confluencia de varios factores como una mala pisada, pies cavos o planos o valgos, exceso de actividad física con mal apoyo, exceso de peso en algunos casos, mala alimentación, mal calzado, impactos repetidos en el talón, etc.

Lo más importante de todo es eliminar la mala pisada y aprender a pisar bien, hay quien corrige la pisada con plantillas pero ya sabéis que mi opinión es corregir la pisada mediante reeducación postural y rehabilitación deportiva.



Si solamente nos limitamos a acabar con el componente inflamatorio de la fascitis además de eliminar la posibilidad de recuperación del propio cuerpo, estamos ignorando la verdadera causa y por tanto en un futuro, en cuanto se pase el efecto antiinflamatorio, la fascitis va a volver a aparecer. Es muy peligroso entrar en este ciclo de inflamación-antiinflamatorio porque a la larga es lo que provoca que se degenere el tejido y nos encontremos con una fibrosis o una tendinosis o fasciosis que son mucho más difíciles y costosas de curar.




Hago una comparación para que lo entendáis. Imaginaos una casa que tiene un sistema anti-incendios con alarma y con extinción mediante espitas en el techo, si en esa casa ocurre un incendio como es lógico la alarma sonará y las espitas del techo empezarán a echar agua, si vosotros oís la alarma ¿qué hacéis? ¿apagáis la alarma o la dejáis funcionando y ayudáis a extinguir el fuego con una manguera y cubos?, seguro que en ningún momento se os ocurra desactivar la alarma y dejar que el fuego avance tranquilamente. Con la inflamación pasa igual... Es como una alarma que nos avisa de que algo va mal y además empieza a reparar el problema por si sola, nuestra reacción debe ser dejar que la inflamación haga su trabajo y ayudarla eliminando la causa que la provoca ( el fuego en el ejemplo y el mal apoyo en la fascitis).



todosobrelafascitisplantar@gmail.com


1 comentario:

Mikel García Iturrioz dijo...

Suplementos antiinflamatorios naturales como ErgyCox de Nutergia pueden ser de gran ayuda a para aliviar las molestias y mejorar el confort en la fascitis plantar. En su composición incluye Harpagofito, Cúrcuma, Té verde, Boswellia, entre otras plantas.